Vivimos tiempos intensos. Deportaciones. Inestabilidad económica. Guerras. Y por si fuera poco, ahora nos preparamos para otro mandato del presidente Trump. Pensé que haber sobrevivido una pandemia ya era suficiente para una sola vida… pero no. Hoy más que nunca entiendo algo que quiero compartir contigo: El gobierno no está para ayudarte —está para mantenerte …
Vivimos tiempos intensos. Deportaciones. Inestabilidad económica. Guerras. Y por si fuera poco, ahora nos preparamos para otro mandato del presidente Trump.
Pensé que haber sobrevivido una pandemia ya era suficiente para una sola vida… pero no. Hoy más que nunca entiendo algo que quiero compartir contigo:
El gobierno no está para ayudarte —está para mantenerte en miedo.
El miedo es la herramienta más poderosa
Lo vemos todos los días: noticias que siembran terror, cambios políticos que nos desestabilizan, discursos diseñados para dividir. Y mientras tanto, las grandes empresas y los gobiernos siguen generando miles de millones, aprovechando el caos mientras la gente común se paraliza.
Pero el problema no es el presidente, ni la economía, ni las circunstancias. El verdadero problema es cómo reaccionamos ante lo que se nos presenta.
Aquí te dejo 3 ideas que debes tener claras para mantener tu mente firme y enfocada:
1. Quejarte no soluciona — pero sí te hunde
Cada vez que te quejas, refuerzas el mismo mensaje de miedo y escasez que los medios y los políticos repiten a diario. Quejarte no cambia nada, pero sí te roba energía y claridad.
En lugar de quejarte, pregúntate: ¿Qué sí puedo hacer hoy? Te aseguro que no será fácil, pero valdrá la pena.
2. Compararte es limitarte
Es muy fácil pensar que otros la tienen más fácil o que tienen suerte. Pero eso es una trampa mental. Cada persona tiene su camino, sus batallas, su ritmo.
Entre más te comparas, más te detienes. Este es tu momento. Aprende lo que tienes que aprender. Vívelo. Aprovéchalo.
3. Si no te mueves, nada se mueve
Cuando no haces nada, entregas tu poder. El control no lo tiene el gobierno — lo tienes tú.
No se trata de esperar a que “todo mejore”. Se trata de actuar, aprender y avanzar aun cuando el panorama no esté claro.
Actúa. Corrige. Mejora. Todos los días.
El momento perfecto es ahora
Todos tenemos planes, metas, ilusiones. Y cuando las cosas no salen como esperábamos, es normal sentir frustración.
Pero justo ahí es donde tienes que recordar:
Este es el momento perfecto — porque es el que te tocó vivir.
Y si no te gusta lo que estás viviendo, entonces aprende a triunfar en medio del caos. Porque si Dios te puso aquí, es porque confía en que tú sí puedes con esto.
